Plantas medicinales o medicamentos. ¿Qué los hace DIFERENTES?

¿Lo natural es siempre mejor? ¿Es menos dañino o tiene menos efectos secundarios? ¿Es menos efectivo o más lento para obtener mejoras de salud?

En este artículo te descubriré las semejanzas y diferencias entre las plantas medicinales y los medicamentos, para que puedas elegir que te conviene en tu caso particular.

Empezamos por lo que tienen en común.


SEMEJANZAS entre plantas medicinales y medicamentos.

Tanto las plantas medicinales como los medicamentos contienen principios activos.

 PRINCIPIOS ACTIVOS.

Como vimos en el artículo sobre plantas medicinales, Los principios activos son sustancias químicas (moléculas) que tienen un efecto sobre algún órgano o alguna función de nuestro cuerpo cuando los tomamos.

Actualmente, se conocen más de 5.000 principios activos de plantas medicinales, en los que se va poco a poco demostrado su eficacia de forma científica.

Del mismo modo, los medicamentos sintetizados en un laboratorio también están formados por principios activos.

Hasta aquí no vemos ninguna diferencia significativa entre los dos productos. Ambos contienen principios activos, las plantas de forma natural y los medicamentos de forma sintética.

 CONTRAINDICACIONES.

Al contrario de lo que pueda parecer, algunas plantas medicinales tienen contraindicaciones, especialmente si las tomamos en formatos más concentrados (extractos o aceites esenciales).

Algunas plantas medicinales, también tienen contraindicaciones.

Debemos ir con especial cuidado con los niños, durante el embarazo y la lactancia, con las personas que tienen enfermedades y las que toman medicación.

Siempre deberemos asegurarnos leyendo la etiqueta del fabricante (nos lo debe indicar). En el caso de tomar medicación o padecer alguna enfermedad grave, deberemos consultar con un médico.

DIFERENCIAS entre plantas medicinales y medicamentos.

  que diferencias hay entre las plantas medicinales y los medicamentos, las plantas medicinales sirven para mantener la salud y prevenir enfermedades, tratamientos en enfermedades crónicas, menores efectos secundarios, las plantas medicinales buscan la salud integral.

La primera gran diferencia, más que en el producto, se trata de la forma de ver la salud de la medicina moderna y en la medicina tradicional.

 La visión del TERRENO.

En medicina tradicional es muy importante el concepto de terreno para entender la salud.

El terreno es el estado de salud del conjunto de órganos del cuerpo.

Si entendemos el cuerpo como un todo, cada órgano trabaja para tener una salud global.

Entonces, en el momento que un órgano deja de funcionar correctamente, aparece un desequilibrio en el conjunto. En este momento, puede aparecer algún síntoma que nos indica que algo no funciona bien (dolor, inflamación, alergias, infecciones, etc.).

Solo podernos mantener la salud a lo largo del tiempo si tenemos un buen terreno.

Las plantas medicinales nos son de gran ayuda a la hora de mantener un «buen terreno», ya que nos permiten apoyar funciones y órganos en momentos de debilidad (sistema inmune, digestivo, nervioso, circulatorio, etc.) evitando que desequilibren todo el conjunto.

Dicho de otra manera.

Si tenemos un buen terreno, será más difícil que puedan proliferar enfermedades.

Confiamos en la capacidad de regenerarse de nuestro cuerpo y lo apoyamos para que pueda hacerlo.

La medicina moderna, en cambio, ve el cuerpo como órganos que funcionan por separado y los problemas de salud como algo aislado.

Esta visión nos conduce a tratar de eliminar los síntomas a través de los medicamentos, sin preocuparse demasiado por el origen del síntoma (la enfermedad), que muy probablemente tenga que ver con un mal estado de nuestro terreno. Por este motivo muchas enfermedades se cronifican y la medicación también.

Con las plantas medicinales buscamos estimular al cuerpo, mantener el equilibrio de todas sus funciones. Confiamos en la capacidad de regularse y lo apoyamos para que pueda hacerlo.

 La SINERGIA.

Esta es, para mí, la principal diferencia entre los medicamentos y las plantas medicinales.

Los medicamentos son un único principio activo concentrado y aislado, que tiene un efecto previsible según la dosis, ya que se conoce perfectamente como actúa.

Las plantas medicinales, en cambio, contienen decenas de principios activos que actúan de forma conjunta y tienen un efecto global (sinergia). Por este motivo, una misma planta medicinal puede usarse para tratar diferentes problemas de salud.

Las plantas medicinales tienen varios principios activos que actúan conjuntamente. Por este motivo, una misma planta nos puede servir para distintos problemas de salud.


La sinergia de principios activos les otorgan a las plantas medicinales diferentes propiedades para la salud.

Por ejemplo, la manzanilla (Matricaria chamomilla), contiene decenas de principios activos que le otorgan propiedades tanto digestivas, como antiinflamatorias o relajantes (entre otras).

Además, si juntamos varias plantas medicinales, todavía aumentaremos más el número de principios activos y potenciaremos el efecto medicinal que buscamos.

 Los EFECTOS SECUNDARIOS.

Algunos defensores de las plantas medicinales se equivocan al decir que las plantas, al ser naturales, no nos pueden hacer daño.

Lo cierto es que:

Lo natural nos puede matar o causar daños muy graves en la salud.

La belladona es una de las muchas plantas tóxicas.

 

Algunos principios activos de plantas medicinales son tóxicos. Los más conocidos son los alcaloides, que provocan efectos en el sistema nervioso y pueden causar toxicidad (e incluso la muerte) en dosis pequeñas.

Por ejemplo, la planta Digital (Digitalis purpurea) es un muy buen antiarrítmico, pero si nos pasamos de la dosis, es mortal. Y así muchas otras plantas y hongos.

Hay cerca de 200 plantas medicinales que está prohibida su venta por motivos de riesgo de toxicidad (aunque a veces también por intereses económicos).

A pesar de esto, cualquier planta que se comercialice legalmente y siguiendo las instrucciones del fabricante es completamente segura para la salud.

A diferencia de las plantas medicinales, muchos de los medicamentos sintéticos que se comercializan tienen efectos secundarios más o menos graves para la salud, especialmente si se toman durante largos periodos de tiempo.

Suelen interferir en la absorción de nutrientes, provocando carencias nutricionales que pueden derivar en graves problemas de salud. También pueden afectar a algunos órganos directamente, como en el caso del hígado.

Muchas veces, la fitoterapia nos ofrece alternativas a la toma de medicación crónica, sin los efectos secundarios indeseados.

CONCLUSIÓN.  Medicamentos, cuantos menos, mejor.

 


Algunos medicamentos tienen efectos secundarios muy graves, especialmente si se toman de forma crónica.

Por mucho que la ciencia haya avanzado y se hayan logrado sintetizar principios activos en un laboratorio, un medicamento no puede imitar el efecto terapéutico de una planta medicinal, ya que en la planta actúan varios principios activos de forma conjunta.

Volviendo a la visión holística de la salud, me gusta ver a las plantas medicinales como una herramienta de autogestión de la salud, para mantenerla cuando la tenemos o no la hemos perdido del todo.

Si tenemos enfermedades graves instauradas o estamos tomando medicación, va a ser más complicado combinar la medicación con un tratamiento de fitoterapia, ya que puede generar interacciones con los medicamentos y potenciar o disminuir sus efectos.

⚠️ En estos casos debemos consultar con un médico nuestro caso particular.

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